Soy una chica de 15 años, me gusta pintar pero me cuesta empezar, sentarme a hacerlo.
La rama de mi familia del lado materno tiene una habilidad para el arte.
Quería participar en este concurso y pensé qué podía dibujar. No sé cómo, pero enseguida
se me ocurrió el dibujo que estoy presentando. Busqué algún dibujo en que apoyarme y
encontré a Cristo en la Cruz, tres cuartos perfil y luego las manos del sacerdote en la consa-
gración del rito tradicional.
Mi dibujo refleja la Pasión de Cristo que es el Sacrificio de cada Misa. Las nubes oscuras y
pesadas igual a las de aquel Viernes Santo a las tres de la tarde hace unos 1992 años. A la
vez, más atrás de las nubes, el fondo refleja la paz y la luz que trae la resurrección al mundo
y a nuestras almas y que recibimos a través del Santo Sacrificio de la Misa y la Eucaristía.
Cristo crucificado y ya muerto en la Cruz con el peso de nuestros pecados. Cristo, que se
hizo hombre y murió por nosotros y que todos los días en la Santa Misa vuelve a repetir el
sacrificio de la Cruz, tal como muestra la pintura. Cristo, que se entrega a nosotros escondi-
do en la Eucaristía. Cristo, que quiere íntimamente unirse a nosotros, entregarse y darnos
Su paz.
Victoria Dufourq