Trate de representar a Jesus niño, con sus ropas sencillas, similares a las de Jose, con su mano dando la bendición, su corazón abierto y de fondo un cielo oscuro donde se ve una parte de la Cruz que señala su futuro ( dar la vida por nosotros) . Su rostro muestra dulzura, Paz y Amor por los hombres.

El es el Hijo de Dios que bajó del cielo por obra del Espíritu Santo y su período de niñez en Nazaret oculta su dignidad real a los ojos de los hombres, cuando era niño, vivía con María, José, aprendiendo de su familia y de Su Padre Celestial a ser sabio y fuerte y nos dio el ejemplo de humildad, caridad, amor, virtud y paciencia. Y es el único camino por el que podemos volver a vivir con nuestro Padre Celestial. Además de salvarnos de nuestros pecados, Jesucristo, también nos da paz y fortaleza en tiempos difíciles, es nuestro ejemplo y sus enseñanzas son el fundamento de la felicidad en esta vida y en la vida eterna. La sonrisa que ilumina su rostro es la prueba de su amor por los hombres. Durante la mayor parte de su vida, Jesús llevo una existencia cotidiana sin grandeza, vida de trabajo manual, vida religiosa sometida a la Ley de Dios, y vida en la comunidad. El encuentro de Jesús en el templo es el único acontecimiento que rompe el silencio de los evangelios en los años escondidos de Jesús. Jesús nos deja entrever el misterio de su total consagración a una misión: “¿No sabíais que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?”.