La obra es un dibujo de mi autoría, realizado en grafito y trabajado digitalmente Es el retrato del Divino Niño descansando junto a su madre. La escena es completamente atemporal porque la presencia de Jesús Niño trasciende todo lugar y momento y anida en el espíritu de cada alma. La esfera de luz sobre la habitación es solo un indicador de que el niño que allí descansa no es una criatura cualquiera. Es nuestro amado Señor en su más tierna infancia, rescatando nuestra inocencia dentro de ese misterio inabarcable y profundo que es su encarnación.