Presento este trabajo en mi nombre. Pero no es sólo mío sino de otros muchos también que colaboraron a llevarlo a cabo. Desde hace algunos años, tomado de la tradición cristiana, comencé a diseñar y dirigir estas alfombras para el día de la celebración de Corpus Christi en la iglesia cerca de casa. Suele pasar que Dios llame para santificar, no de a uno sino de a muchos, porque a él le gusta agarrar de a racimos. De esta manera fue también en esta oportunidad.
Este trabajo fue hecho con el corazón y las manos de unas 30 mujeres. Fue la obra de arte de una comunidad, de un racimo. Es una alfombra hecha de aserrín teñido de 3,5m de ancho (sin contar los 3 círculos que atraviesan el centro) por unos 15m de largo. Su diseño tiene unas guardas de flores "Pasionaria", elegida especialmente por su simbología. Tiene 5 estambres que simbolizan las 5 llagas de Cristo, una corona que los rodea, representando la corona de espinas y luego 12 pétalos por sus 12 apóstoles. El dibujo principal y central está en un círculo donde se ve el Sagrado Corazón de Jesús, con su costado abierto, una corona de espinas que lo rodea, sus llamas ardientes, la cruz, y las manos de Cristo presentándolo y entregándolo. Los colores utilizados fueron elegidos para resaltar el diseño central y darle elegancia y realeza al todo.
Durante los 15 días previos dibujé en tamaño real sobre una tela el motivo; se hicieron muestras de color; se buscaron materiales; se juntaron donaciones; se invitó a participar y se tiñó el aserrín. Los voluntarios que se sumaron para participar no vinieron a hacer una experiencia artística sino a mostrar a Cristo su amor. Se solía escuchar mientras trabajaban "ya quiero ver Su sonrisa cuandocuando vea lo que le estamos preparando".
En la Fiesta de Corpus Christi, finalizada la Misa se hace una procesión con el Santísimo que sale por única vez en el año por las calles, santificando todo. Los fieles preparan 4 altares en los 4 puntos cardinales (simbolizando todo el orbe) y en ellos el sacerdote se detiene con el Santísimo y bendice a la procesión.
Pero, como el Rey de reyes que es, no puede salir así como así..., por eso en un gesto de amor, le hicimos una alfombra de aserrín.
El Domingo de Corpus Christi, el sacerdote sale revestido con la custodia en alto, 4 hombres fuertes y bien vestidos llevan sobre el santísimo un palio y una escolta de monaguillos lo sigue con velas, la cruz, incienso... niñas vestidas de largos vestidos blancos y coronas de flores en sus cabezas le arrojan pétalos de rosas a su paso a aquel que meses más tarde será su huésped divino en su Primera Comunión, y por último, los fieles van por detrás cantándole y adorándole.
Pasa la procesión y no queda más que manchas de aserrín teñido y mezclado, pisoteado y revuelto de lo que fue la hermosa alfombra que tantas horas y dedicación llevó.
Ésta es una de las partes que más disfruto. Porque, en este aniquilamiento, se vislumbra lo sobrenatural.
Ahí se escucha al incrédulo, o de fe tambaleante, que no termina de creer en la presencia real de Cristo con su Cuerpo y su Sangre, alma y divinidad en ese pedazo de pan. Se acerca y me dice: "Sofi, ¿porqué tanto trabajo para que lo destruyan en un instante? ¿No podían pasar por el costado?"
Ahí algo brilla en sus ojos. Una luz llegó a él. A través de la fe en el amor de unos pocos, la luz también entró a su corazón.
Presento este trabajo dirigido y diseñado por mi, pero con participación de otros muchos en este concurso con la ilusión de que sea visto por otros, los fortalezca en la fe y los anime a través de una alfombra de aserrín o de otras muchas maneras a manisfestar su amor a Cristo, a su Sagrado Corazón.
¡Viva Cristo Rey!
Sea por siempre alabado Jesús Sacramentado